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El decreto de la salud catalana, aprobado sin hacer caso a la razón...

El "Decret pel qual es regulen les condicions per a l'exercici de determinades teràpies naturals" (texto en PDF) ha sido aprobado por la Generalitat de Catalunya. En la nota de prensa del 30 de enero de 2007 sobre ese acuerdo de gobierno podemos leer:

El Govern afronta la regulació del sector de les teràpies naturals amb un decret pioner a Europa que pretén establir els requisits tècnics necessaris i la formació específica que han d'acreditar els establiments, les escoles i els professionals que les exerceixen. El Govern ha aprovat avui el Projecte de Decret pel qual es regulen les condicions per a l'exercici de determinades teràpies naturals i es crea la Comissió Assessora per a la Regulació de la Teràpies Naturals. Segons un estudi del Col legi de Farmacèutics de Barcelona, les teràpies naturals a Catalunya són utilitzades per un 67% pacients crònics. S'estima, a més, que un 30% dels ciutadans han fet ús, alguna vegada a la seva vida, d'aquests tipus de teràpies i que actualment existeixen uns 3.500 establiments, 5.000 pràctics i 60 escoles de teràpies naturals.

El titular era: "Catalunya serà pionera a Europa en la regulació del sector de les teràpies naturals". Y tan pionera como mal informada, desde luego...

Cuando se aprobó el proyecto de decreto hace unos meses, ARP-Sociedad para el Avance del Pensamiento Crítico presentó ante el Departament de Salut unas alegaciones extensas y razonadas, explicando por qué ese decreto suponía la carta de naturalidad de casi cualquier superstición, acudiendo además a criterios de "popularidad" o "antigüedad" para valorar positivamente terapias médicas, algo inaudito en un mundo en el que las terapias deben atestiguar su efectividad por mecanismos menos falaces.

Aunque ese texto fue presentado el 8 de agosto de 2006, y un manifiesto que le acompañaba reunió antes de ser remitido a comienzos de este año al mismo departamento de la Generalita 160 firmas, nada de ello ha sido tomado en consideración, ni comunicación alguna se ha recibido por parte de la administración.

Ni siquiera los directamente implicados, el mundo sanitario catalán, ha realizado quejas explícitas más allá de las que las organizaciones colegiales han efectuado para asegurar que las prácticas "naturales" (pseudomédicas) sean realizadas por personal con titulación y colegiación, lo que debe ser leído, evidentemente, como un mero trámite corporativista: al fin y al cabo esas organizaciones colegiales mantienen sus secciones dedicadas a prácticas terapéuticas sin validez demostrada con criterios científicos de efectividad desde hace años.

Desde ARP-SAPC vemos con temor el panorama que se avecina en el resto del país: es más que probable que decretos similares se comiencen a promover en otras comunidades autónomas, acaso a escala nacional también. Como escribía en su bitácora "No escribo a oscuras" el promotor y coordinador de estas alegaciones que tan desoídas han sido por la Generalitat, Alfonso López Borgoñoz:

No se trata de cerrar el paso a las novedades, ¡bienvenidas sean éstas si realmente son útiles!, sino tan sólo de exigir a todas las terapias los mismos sistemas de validación de su eficacia que realmente permitan avanzar en la defensa de las mejores prácticas para la sanidad pública.

En cualquier caso, la cosa continua y vamos a seguir demostrando (hasta que nos demuestren lo contrario -lo que no nos importa en absoluto-) que esas terapias no tienen eficacia comprobada, según los estándares sanitarios habituales...